Existe un paraíso en la Tierra que el hombre siempre ha querido conocer. El Mar. Y debido a esta curiosidad comenzó hace siglos una aventura llena de historias y conocimiento. Esta habla de uno de sus protagonistas: El Llaut; Un barco que vio cómo el comercio se extendió por el Mediterráneo, desaparecían los Imperios y multitud de embarcaciones con las que convivió durante siglos, vivió los cambios sociales de las revoluciones burguesas y proletarias y el paso del mundo rural al urbano con la llegada del turismo a las costas y la sociedad de consumo. Esta es la historia de una embarcación llena de vida que ha sobrevivido hasta nuestros días superando todos los obstáculos. Una superviviente en continua evolución que se embarca ahora en un nuevo viaje, el del ocio. La historia del Llaut, la embarcación del Mediterráneo

 


Origen del Llaut

Una embarcación milenaria


Un llaut es una embarcación tradicional que ha tenido diferentes usos durante su longeva existencia. Ha servido de embarcación auxiliar a otras de mayor eslora, de cabotaje, de pesca, contrabando o correo de guerra. En todo este tiempo, al llaut siempre se le ha dado un uso profesional, una particularidad que ha desaparecido de forma progresiva conforme el ocio y la navegación de recreo emergieron junto a la sociedad de consumo.

Existen testimonios escritos en la Baja Edad Media sobre la palabra llaut. Una en 1243, en catalán, y otra en castellano en 1564. Aparece repetida en diferentes documentos del Puerto de Palma relacionados con el Ancorje de los barcos que quedaban fondeados. Y es también importante su aparición en el libro Tirant lo Blanc, que dice: “la gent va abandonar la nau i amb la barca i el llaut sortiren a terra.” Joan Martorell, 1460, y publicada en 1490. Pero, de cuándo es el llaut. Esta es la pregunta recurrente. 

El llaut es resultado de un largo proceso. Fechar su nacimiento es absurdo, puesto que es consecuencia de un desarrollo evolutivo de adaptación y perfeccionamiento que abarca un gran periodo de tiempo.

Tal y como lo conocemos el llaut adopta su forma en la Edad Media, pero su esencia se remonta al origen de la navegación en el Mediterráneo. Su silueta ya estaba dibujada en las primeras embarcaciones que navegaron este mar. Y es que el llaut de hoy no es igual que el del pasado, ni en su forma, ni en la manera de propulsarse ni tampoco en su material de construcción. Pero sigue siendo la misma embarcación. Una embarcación inagotable en continua evolución que perfecciona sus formas conforme a la experiencia y conserva su esencia a lo largo de los siglos.


El llaut como resultado de una evolución


El llaut nace con la navegación en el Mediterráneo. Una embarcación proyectada por las primeras civilizaciones que navegaron este mar. Pasó a la Edad Media donde se constituyó como la conocemos hoy día, con su casco y vela latina. Llegó a la Edad Moderna llena de vida a través de tres modelos diferentes: viajero, costero y pescador. Y finalmente ha llegado a nuestros días como un llaut pescador adaptado a la navegación de recreo.

Edad Antigua 

Para entender la técnica de construcción de un llaut hay que atender a la forma de construir barcos en el Mediterráneo desde el mundo antiguo hasta hoy día, pues fueron varias culturas quienes participaron en la configuración de la construcción naval de las embarcaciones del Mediterráneo: Fenicios, egipcios, griegos, romanos, hasta llegar a la Edad Media, Moderna y Contemporánea. De cada una de ellas el llaut va integrando elementos para configurarse.

Edad Media

El mar Mediterráneo ha sido y será un espacio de intercambio de ideas. Si algo destaca en este periodo es el continuo contacto entre embarcaciones de diferente tipo que se fijaban unas de las otras. Las embarcaciones se encontraban en un continuo estado de perfeccionamiento pero sin metodología.

Es Bizancio quien introduce una técnica de construcción que es aceptada por la mayoría con quien se normaliza una forma homogénea de construir, y por lo tanto de formas y líneas en las embarcaciones. Hablamos de 472 a.C, y la técnica es la de Enradura primer, frente a la anterior de Buc Primer, una característica que determinará la forma del llaut para siempre.  A esta característica se le suma más tarde la incorporación de la vela latina con la toma de los árabes en 902 / 1229 d.C.

Las dos grandes características del llaut se dan a finales de la Edad Antigua y comienzos de la Edad Media:

Es por esto que es aceptada la tesis de que el llaut , tal y como lo conocemos hoy día, procede de la Edad Media. 

Zoom de llauts Retablo de Sant Jordi, 1460

De la Edad Media hay que resaltar también que es ya un periodo de mucha actividad y expansión comercial marítima y bélica, y existe un grupo amplio de diferentes embarcaciones, de mayor y menor eslora:

Mayores: Naves, Coca, Galera, Llenys, Uixers, Tarides, Pamfils, Galiiotes, Segeties.

Menores: Botes, embarcación pequeña que da apoyo, Pasteras, embarcación pequeña que tiene el fondo plano y no tiene quilla, Llaut, Gussi , barco tradicional de Mallorca, de 3,45 metros de eslora y 1,4 manga.

De todas estas embarcaciones solo han sobrevivido las menores. 

 

El llaut nace en un contexto rico en diversidad naval, donde destaca por su personalidad e identidad propia y su funcionalidad polivalente. Durante la Edad Media empiezan a desaparecer algunos tipos de embarcaciones mientras otros continúan evolucionando, como el llaut y el xebec, una evolución que perdura durante los siglos XVIII, XIX, XX y presenta a nuestra embarcación como una superviviente.

La descripción general sobre lo que era un llaut es que era una embarcación auxiliar de otras embarcaciones mayores, aunque también existe documentación que refleja que fueron embarcaciones que se usaron para la defensa y el cabotaje.

Un apunte espectacular:  

Existen documentos de 1354 que hablan de llauts

que transportaban información de guerra

de Mallorca a Ibiza y también a Valencia .

Una función que llegó hasta el S. XVII.

El llaut era una embarcación muy rápida.

Edad Moderna. Tres tipos de llaut

Durante la edad moderna el uso del llaut se desarrolla conforme a las necesidades de la época, que son, sobre todo, el cabotaje, la pesca, y, en el ámbito bélico, el Corso y la defensa de puertos. Y continúan siendo embarcaciones de mediana y pequeña eslora. Pero posiblemente la característica principal de este periodo de tiempo es el hecho de que existían tres tipos de llauts diferentes: El Viajero- Costero- Pescador

Viajero, se dedicaba al comercio y el cabotaje, y se diferenciaba por la popa, que no terminaba en punta como la proa. Lo hacía en forma plana, parecido al de un xebec, y llegaba a los 20 metros.

Costero , medía unos 10-12 metros, y se utilizaba para el pequeño cabotaje, y algún viaje puntual a la península.

Pescador, es un llaut dedicado exclusivamente a la pesca, un llaut profesional. Y desaparecidos los dos anteriores es este modelo el que nos ha llegado, por supuesto que modificado. Y conforme van desapareciendo los llaut de transporte y carga el llaut va convirtiéndose cada vez más en una embarcación de ocio, que pasa de la vela a la incorporación del motor de propulsión.

Lo que nos llega es el Llaut Pescador, a quien se le incorpora luego un motor de propulsión a partir de los años 20 del siglo pasado de una forma gradual hasta instaurarse definitivamente dotando al llaut de una nueva forma en la historia de su evolución. Si antes tenía el aspecto de una hoja afilada ahora comienza a tomar una forma más panzona. 

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El LLaut de hoy y la Sociedad de Consumo


Hoy día nuestra idea de llaut tradicional es esa que aparece en las fotografías en blanco y negro varado en la playa junto a la gente local y los primeros turistas en un paisaje amable y natural. Una imagen que ofrece esa estampa de pueblo marinero de gente de mar, tranquila y vida mediterránea. Un paraíso lejano a la alienada vida de ciudad y ritmos desenfrenados de la metrópolis, donde el llaut es el elemento catalizador dentro de la oferta de ocio de cara a los turistas por ser la embarcación de mayor identidad. 

Actualmente el llaut ya no es de madera, si no de fibra, y el motor ha sustituido de alguna manera a la vela latina, y su uso es cada vez más recreativo que profesional. Estamos lejos de aquella estampa idealizada. Sin embargo, el llaut, ahora como embarcación de recreo, conserva toda esa esencia e historia en sus líneas marineras, estilo de navegación y su modo entender el mar. Navegar en llaut es navegar por la historia.

Es inevitable mencionar la diferencia entre el «último llaut«, el Pesacador, y el llaut de recreo. El del medio de trabajo, el barco de las familias que podían optar a su primera posesión para ganarse la vida por sí mismas, la del mar como medio hostil, como medio de vida, frente al llaut de recreo, donde navegar puede simplificarse fácilmente a cualquier eslogan de cerveza veraniega.


Tiempos de Ocio


Los cambios sociales que se desarrollan a finales del Siglo XIX traen consigo la posibilidad de disfrutar de un nuevo espacio de tiempo que antes no existía. El tiempo de ocio. Es decir, disponer de tiempo libre para consumirlo en lo que uno quiere. “Tiempo exento de obligaciones y actitud para afrontar el tiempo de forma autónoma y satisfactoria. Implica la gestión de actividades escogidas libremente con el fin de relajar o sentirse realizado”

Con el ascenso de la burguesía durante el siglo XIX y su estilo de vida la sociedad y el mercado comienzan a ser conscientes de las posibilidades del mar como elemento que proporciona tiempo de ocio. Y esta nueva fórmula determina al mismo tiempo el sistema de producción. La madera pasa a la historia, y a mediados del siglo XX entra en escena el poliéster como material de construcción naval. Comienza un nuevo episodio en la larga historia del llaut, el de la navegación de recreo. Un nuevo modo de relacionarse con el mar donde el tiempo libre opera como centro de gravedad para el disfrute personal y cada vez se sale menos a faenar, salvo para trabajos de servicio.

No podemos afirmar que el llaut vaya a desaparecer, aunque es cierto que cada vez se construyen menos. Tampoco que se encuentre en peligro de extinción, si no todo lo contrario. El llaut es una embarcación con un historial humano y cultural extraordinario que continúa inalterable pese a la desmesurada demanda y revolución de las embarcaciones de alta velocidad y ritmos exagerados de navegación y consumo de carburante. ¿Sobrevivirá? Cómo lo hará, qué forma adoptará o qué elementos incorporará. Eso habrá que verlo. Desde luego, ha llegado a nuestros nuestros días desde su larga travesía para ofrecernos un modelo de navegación repleto de historia y conocimiento en este nuevo episodio. Por lo que solo nos queda cuidar a esta embarcación y decir: Larga vida al llaut y buena travesía.

Altea en Llaut

Galatea I, el llaut Menorquín de Altea en Llaut

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Bibliografía:

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